¿Qué es una piel normal o mixta?
Una piel normal en óptimo estado —bien hidratada, sin ninguna imperfección o inflamación, con el equilibrio justo de sebo, aceite y agua, sin exceso de brillos y con una barrera cutánea inalterada— es muy infrecuente en adultos. La piel considerada ‘normal’ es la piel de un bebe o un niño, la cual se mantiene sana, equilibrada y sin alteraciones de forma natural y orgánica en la mayoría de los casos.
Sin embargo, en la edad adulta es normal que se manifiesten cambios en la piel como consecuencia de las hormonas, el estrés, el mayor impacto medioambiental, la alimentación y el debilitamiento progresivo de la barrera cutánea, lo cual da lugar a lo que se conoce como piel mixta.
Una piel mixta es aquella que cuenta con una base sana, equilibrada y estable, con una producción de sebo regulada y una barrera cutánea fuerte, pero que aun así puede presentar algunas alteraciones —ya sean permanentes o temporales— como sequedad en ciertas zonas (normalmente en las mejillas) y un exceso de sebo en la zona T (frente, nariz y barbilla).
Por este motivo, normalmente las pieles que oscilan entre normal y mixta se suelen tratar de la misma manera y con los mismos productos.
Características de la piel normal o mixta
- La zona T (frente, nariz y barbilla) tiende a producir y acumular mayor cantidad de sebo lo cual deriva en poros más visibles y engrandecidos.
- La zona de las mejillas suele resecarse o presentar rojeces con mayor facilidad.
- Pueden aparecer pequeños granitos ocasionalmente.
- La textura de la piel es mayoritamiente regular, suave y unificada.
Rutina para cuidar la piel normal o mixta
Los 6 pasos a seguir para obtener los máximos beneficios de una rutina de cuidado para piel normla o mixta —tanto de día como de noche—son los siguientes:
Si tienes dudas sobre el orden correcto de aplicación de los productos consulta nuestra guía.
Productos recomendados
Descubre todas las fórmulas indicadas para el tipo de piel normal o mixta aquí.
Qué hacer y qué no hacer
✔ Diferenciar los productos y tratamientos según el área de la zona a tratar de la piel mixta. Un buen ejemplo es el uso de dos mascarillas faciales diferentes, una para controlar la zona más grasa y otra para hidratar las áreas más secas.
✔ Optar siempre por una doble limpieza de la piel por la noche en las zonas más grasas para retirar cualquier impureza que pueda obstruir los poros.
✔ Realizar una exfoliación suave de forma recurrente en las zonas donde se presenta mayor acumulación de sebo. Los ácidos naturales como el AHA y BHA ayudan a retirar las células muertas y minimizar el tamaño de los poros.
✔ Priorizar fórmulas equilibrantes que ayuden a estabilizar de forma homogénea el aceite y sebo de la piel.
✗ No utilizar productos en los que predominen ingredientes astringentes o agresivos. Secar la piel en exceso conlleva a una mayor segregación de sebo para contrarrestar.
✔ Incluir un aceite facial que potencie la salud y estabilidad natural de la piel. Los aceites -al contrario de los falsos mitos- son muy beneficiosos para regular y equilibrar la producción de grasa natural de la piel.
✗ Evitar al máximo productos con alto contenido en perfumes, alcohol, jabón o aceites enseciales de mala calidad ya que son sustancias irritantes que debilitan la barrera cutánea.