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Piel Madura: características, consejos y cuidados a seguir

Piel Madura: características, consejos y cuidados a seguir

¿Qué es una piel madura?

Una piel entrada en la madurez se caracteriza principalmente por la ralentización del proceso de renovación celular. A medida que envejecemos, el proceso de regeneración y renovación de las células se va ralentizando considerablemente y esto se traduce en una piel más seca, deshidratada, apagada, desprotegida y con líneas de expresión más marcadas.

La edad en la que una piel se puede considerar madura es muy relativa. Por norma general, una piel se considera madura a partir de los 35 años pero son varios los factores externos e internos que pueden adelantar o ralentizar el envejecimiento del cutis. La genética, las hormonas, los rayos UV, la alimentación, el tabaco y la contaminación son los principales elementos que tienen un mayor impacto sobre el ritmo y nivel de envejecimiento de la piel a lo largo del tiempo. 

En líneas generales, la piel madura ya no produce orgánicamente tanto sebo natural y el nivel de ácido hialurónico también desciende, por lo que la barrera cutánea queda mucho más desprotegida y la humedad que favorece la hidratación de la piel ya no se produce ni se retiene con la misma intensidad.

El colágeno y la elastina responsables de la cohesión de las células— se quiebran más fácilmente y no tienen la misma capacidad regeneradora, lo cual causa que la piel pierda consistencia, se vuelva más delgada y frágil y que haya una mayor aparición de arrugas, surcos y líneas de expresión visibles.

Por otro lado, el número de vasos sanguíneos que irrigan la dermis también disminuye, lo que afecta directamente a la vascularización sanguínea fundamental para regenerar los tejidos. Consecuentemente la piel se vuelve más vulnerable y susceptible a la aparición de hematomas, varices, hemangiomas capilares y otras afecciones similares.

Otra característica de la piel madura es la alteración de la pigmentación. Toda la exposición solar acumulada durante los años anteriores florece en forma de manchas en la cara, escote, brazos, manos y otras zonas de la piel.

Por último, es importante destacar que, dentro de la piel madura hay que tener siempre en cuenta el tipo y condición de la piel que se tiene de base para ir ajustando o reforzando la rutina según las diferentes necesidades. Por ello se recomienda chequear antes las rutinas creadas por el staff de jcApotecari para cada tipo de piel (grasa, seca o deshidratada, sensiblenormal o mixta). Por ejemplo, si tienes una piel muy sensible o reactiva, hay que ir con más cuidado con el uso de retinol, aunque sea adecuado para pieles maduras. Si tienes una piel seca o deshidratada, tendrás que asegurar siempre que la fórmula contenga la base de hidratación que necesita la dermis seca para funcionar.

Características de la piel madura

  • Líneas de expresión y arrugas marcadas y visibles
  • Hiperpigmentación y manchas
  • Textura de la piel áspera, frágil y fina
  • Pérdida de elasticidad y firmeza
  • Falta de luminosidad
  • La tez se ve más pálida e incluso amarillenta
  • Alteraciones leves en la vascularización (Ej. Arañas vasculares, hemangiomas capilares)

Rutina para cuidar la piel madura

Los 6 pasos a seguir para obtener los máximos beneficios de una rutina de cuidado para piel madura —tanto de día como de noche—son los siguientes:

 

Si tienes dudas sobre el orden correcto de aplicación de los productos consulta nuestra guía. 

Productos recomendados

Descubre todas las fórmulas indicadas para el tipo de piel madura aquí.

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Qué hacer y qué no hacer

✔ Aplicar fórmulas con ácido hialurónico y antioxidantes que aporten humedad, hidratación y protección para preservar y reforzar al máximo posible la juventud y salud de la piel.

✔ Se recomienda utilizar fórmulas con retinol -ácido retinoico- ya que estimula y acelera la renovación celular y la producción de colágeno al tiempo que suaviza las arrugas y líneas de expresión. Su uso se recomienda por la noche y evitando la exposición solar.

✔ Optar por productos con contenido en vitamina C y otros antioxidantes para aumentar la protección frente a los radicales libres y los estresores externos responsables del fotoenvejecimiento.

✔ Incluir productos con ácidos AHA para fomentar la limpieza de las células muertas en la piel y así intensificar el proceso regenerativo que la piel necesita para mantenerse joven.

✔ Fomentar el uso de fórmulas que contengan urea, ácido hialurónico o aceites como el de argán o rosa mosqueta para reparar y reforzar la barrera cutánea.

✔ Implementar una rutina de cuidado facial de noche que sea muy rica y nutritiva para darle el extra de hidratación que necesita aprovechando el momento de mayor reparación de la piel.

✔ Utilizar diariamente un alto protector SPF contra los rayos UVA y UVB ya que la piel esta más desprotegida ante la exposición solar.

✔ Utilizar productos específicos, intensivos y localizados que mejoren la firmeza y elasticidad de la piel.

✗ No se debe optar por limpiezas agresivas que reduzcan la producción de sebo y que puedan resecar o desproteger la dermis. La limpieza en pieles maduras tiene como único objetivo limpiar, equilibrar la piel y aportarle los activos humectantes e hidratantes.

✔ Incluir suplementos que reparen la dermis y refuercen la barrera cutánea desde el interior (Ej. Colágeno)

✗ Evitar al máximo productos con alto contenido en perfumes, alcohol, jabón o aceites enseciales de mala calidad ya que son sustancias irritantes que debilitan la barrera cutánea.

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