Después de horas de luces, baile y emoción sobre el escenario, Taylor Swift cambia el ruido del estadio por el silencio de su habitación de hotel y una rutina post-concierto que empieza por una impecable doble limpieza.
En su docuserie sobre el detrás de cámaras de la gira The Eras Tour, la cantante nos deja ver lo que sucede tras uno de sus shows: "No seré capaz de dormirme simplemente porque no puedo relajarme", confiesa mientras se retira las pestañas postizas y desmaquilla su rostro.
Y aunque la escena dura apenas unos segundos, son más que suficientes para descubrir dos de los secretos mejor guardados. Con un maquillaje de ojos tan intenso, la barra de labios y el sudor que acompaña cada actuación no nos sorprende que Swift acuda a los mejores para su doble limpieza.
Super Anti-Aging Cleansing Cream de Dr. Barbara Sturm, un limpiador restaurador que calma y nutre gracias a ingredientes como la manteca de karité y el ácido hialurónico. Su fórmula de alta tolerancia es perfecta para pieles que sufren con el maquillaje, la falta de sueño o los viajes constantes —una descripción que encaja perfectamente con la vida de una artista en plena gira mundial.
la cantante recurre a la Regenerating Cleanser de Tata Harper, un limpiador 100% natural que también actúa como exfoliante suave. Con enzimas de granada y microesferas de albaricoque, elimina las impurezas y las células muertas, dejando la piel luminosa y renovada. Su textura cremosa y aroma transforman el gesto de limpiar en un auténtico ritual sensorial.
La combinación de ambos productos refleja la filosofía de autocuidado de Swift: equilibrio entre la energía y el descanso, entre el esfuerzo y la calma. Un gesto cotidiano que, en sus propias palabras, le ayuda a “bajar del escenario” y reconectar consigo misma.
Porque cuidar la piel —como dice Taylor— es una forma de “come down” después de un día de intensidad, y el primer paso para volver a brillar al día siguiente. Recrea su doble limpieza.
